En el pintoresco pueblo de Reeuwijk, en Holanda del sur, vive una familia especial. Auténticos amantes del queso. Esta familia lleva elaborando queso desde el siglo XVII. Aunque en 1934 todavía vendía queso con un apretón de manos en el mercado en Gouda y más tarde de puerta en puerta, esta empresa familiar ha crecido hasta convertirse en uno de los más importantes curadores y vendedores de queso de los Países Bajos. ¡Y eso es lo que la hace tan especial! Además del sabor, naturalmente.